​Las costumbres y tradiciones navideñas son símbolos de la cultura popular rumana y datan desde antes del cristianismo. Estos días previos a la Navidad fueron el motivo para que la Asociación Acasa organice la Semana Cultural Rumana en Zaragoza. 

Durante tres días, en la Casa de las Culturas se han llevado a cabo actividades para dar a conocer las tradiciones rumanas en Navidad. No han faltado los villancicos entonados por los más pequeños, los bailes populares y la comida típica de este país.

Los que más disfrutaron de estas jornadas fueron los niños que pusieron empeño y dedicación, junto a sus profesores de Lengua, Cultura y Civilización rumana, para que los demás descubran las costumbres de sus fiestas navideñas. “Mis amigos me dijeron que querían aprender los villancicos rumanos”, añadió un niño mientras su madre le peinaba para el espectáculo.  Con sorcova en mano, un artilugio navideño fabricado con ramitas y flores de papel de diferentes colores, los niños desearon a los invitados salud y prosperidad en 2013.

Gabriela Margineanu, la presidenta de la Asociación Acasa, ha comentado que el público ha acogido con mucho interés estas jornadas. “Nuestra intención es preservar y compartir la cultura rumana con nuestro país de acogida”, ha añadido la presidenta.
Uno de los invitados que habló de la historia rumana fue el cónsul Alexandru Steriu. Durante media hora, ha explicado la principal unificación de territorios rumanos en el año 1918.

Tanto adultos como niños, ataviados con el traje nacional compartieron con orgullo las tradiciones rumanas entorno a la Navidad. La profesora Mariana Toma ha explicado que la celebración de las fiestas navideñas rumanas es el eje de la cultura rumana, y por lo tanto se tiene que salvaguardar incluso fuera de las fronteras. “Estos niños han nacido aquí. Hablan el español como su lengua materna. Nuestra labor como docentes consiste en enseñarles y educarles también en rumano; tienen que aprender a conllevar las dos culturas.”

Por su parte, Issabela Prusac, la secretaria de la asociación, ha organizado una exposición con objetos típicos y trajes regionales rumanos. “En Aragón residen más de 50 mil compatriotas. Hemos pensado que la mejor forma de dar a conocer nuestra cultura es así. Y veo que tenemos bastante éxito. La gente se interesa por nuestras raíces”, ha concluido Issabela.

También se pudo disfrutar de la teatralización de la leyenda del Conde Drácula, donde los profesores Alina Gheorghe y Lucian Condrut revelaron al público quién fue este personaje vampírico, también descrito por Bram Stocker: “tenía un rostro fuertemente aguileño, con el puente de su delgada nariz muy alto...era firme y algo cruel”.

Poemas, actuaciones populares y bailes tradicionales captaron al público y lo trasladaron al pasado, donde las creencias y los ritos antiguos fueron la base del nacimiento del pueblo rumano.

Pilar, una de las invitadas a estas jornadas relató: “Salgo con la mochila cargada de nuevas culturas; este pueblo emigrante ha sufrido igual que nosotros los españoles cuando nos íbamos a Alemania a trabajar, pero no ha perdido su esencia espiritual. Es de admirar que los rumanos no olvidan sus tradiciones e incluso se las inculcan a los niños.”

Al final del espectáculo, los invitados pudieron disfrutar de los platos tradicionales rumanos que causaron motivo de debate e intercambio de recetas de cocina