POPYROCK para cumplir sueños musicales

El concurso llega a su séptima edición con unos premios que permiten dar a conocer a los roqueros aragoneses

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Beatriz Aranda

17 Diciembre 2012

Para poder cantar la canción de Loquillo y los Trogloditas y decir “porque yo tengo una banda de Rock and Roll” no basta con tener con tener manos, tocar un instrumento más o menos bien y cantar cualquier canción. Eso lo saben los tres grupos finalistas del concurso POPYROCK, que optan a un premio de 4.500€ para publicar un disco, tras derrotar a los 125 conjuntos que se presentaron en octubre. El duelo final será el 21 de diciembre en la Sala El Túnel.

El pop rock es un género musical que combina elementos del rock, con otros del pop. Pero también es un concurso musical zaragozano. Este año han participado en él 125 grupos, 18 de ellos pasaron a la segunda fase, y nos encontramos a las puertas de la final, con una reñida competición protagonizada por tres grupos: Oakland, 9 lágrimas y Diego Stabilito.

Los finalistas se preparan para el día clave. Ese 21 de diciembre que está a la vuelta de la esquina, puede cambiar sus vidas, o al menos, sus planes más próximos. Dedicarse a la música nunca ha sido fácil, pero si alguien te ayuda, puede no ser tan difícil. Es el objetivo del POPYROCK, un concurso que impulsó el Ayuntamiento de Zaragoza hace ya siete años.

“En la ciudad había diferentes concursos para grupos pero no en concreto solo para jóvenes. Conforme pasa el tiempo, eso se acentúa porque los grupos van creciendo y no es normal que estén en un mismo concurso chavales de 15 a 20 años con otros de 30 a 40, que forman grupos más rodados”, explica Jesús Alaviano, Técnico de Actividades Juveniles del Servicio de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza.

La crisis ha afectado al concurso. Los presupuestos del Ayuntamiento destinados a esta actividad disminuyeron y eso ha hecho que se haya modificado parte de la esencia del concurso. Hasta el año pasado había dos categorías con premios: la de pop, y la de rock. Según Jesús Alaviano, “pensando en recoger a todos esos grupos que se presentaban como falsos poperos o falsos roqueros, dejamos solo una categoría para que puedan presentarse como lo que son. Hemos quitado los premios destinados a cada categoría y los hemos unificado en un premio de una gran categoría, que ha mejorado”.

Ahora, el premio principal consiste en 4.500 euros para grabar un disco, más 1.500 para gastos musicales. “El premio de instrumentos siempre viene bien, pero la grabación del disco, depende: si el grupo acaba de sacar una maqueta, igual no es muy buen premio porque supone que tiene que preparar 6 u 8 canciones nuevas. Si es un grupo que ya tiene un cierto número de canciones preparado, le viene como anillo al dedo porque podría entrar al estudio ya”. Por eso, dice Jesús, a veces hay quienes prefieren no participar.

Sin embargo, las cifras de participación no son malas. Aunque hace tres o cuatro años se presentaban algunos más, este se han inscrito 125 grupos. “Con menos posibilidades, de momento estamos manteniendo un nivel de participación muy aceptable. Somos el concurso que tiene más número de participantes si lo comparamos con otros”. Aunque, dice el técnico, “es cierto que nos nutrimos de todo tipo de grupos que está empezando, incluso chavales que llevan solo un año ensayando.

Se trata de un concurso que busca más la cantidad que la calidad, al principio. “Nosotros lo primero que buscamos es que todo aquél que tenga una inquietud musical, tenga una oportunidad”, dice Jesús. Cada uno de los 125 grupos que se inscribieron subió un tema a la web. Los votos del público, junto con la decisión de un jurado, seleccionaron a las 18 bandas que han tocado en los seis conciertos de semifinales.
Todos esos conciertos fueron gratis en la sala El Túnel, un espacio del Ayuntamiento que ha conseguido “cerrar el círculo del concurso”. Antes, en el Centro Cívico de la Almozara, “teníamos que cumplir ciertos trámites administrativos y depender de decisiones de personas ajenas al concurso. Le hemos dado una entidad completa porque tenemos nuestro sitio”, dice el técnico.

“Está un poco más lejos que en la Almozara, pero hemos mantenido una afluencia de público durante todos los seis conciertos de semifinales”. En ellos, los asistentes podían volver a votar a su grupo favorito, y el jurado también. Así fue como solo tres grupos pasaron a la final.

El jurado de las dos primeras partes, compuesto por la organización, no es público. En la final hay un jurado distinto, formado por gente del mundo de la música, que tampoco se hace público hasta el final. Según Jesús Alaviano, “así huimos de que no haya favoritismos y en la final se empieza desde cero”.

Oakland, los benjamines

Optaban a “Mejor propuesta joven” porque ninguno de sus miembros tiene más de 21 años, pero se vieron en la final y tuvieron que disponerse a ganar. “En el instituto, a Diego (batería) y a mí nos gustaban la música californiana y el punk rock, y nos juntamos para probar. Fuimos cambiando de componentes hasta que encontramos a Jorge (bajo). Después de incorporó Javi a la guitarra y dejamos de ser un ‘power trío’ para ser un grupo de verdad”, explica Mario Funes, la voz de Oakland.

Llevan presentándose al POPYROCK desde 2009, cuando solo tenían 16 años y ni siquiera estaba el grupo formado. “Al año siguiente nos presentamos los cuatro ya como Oakland y ganamos la “Mejor propuesta joven”. Y en 2011 ganaron el Premio especial de los músicos, “la primera vez que nos llaman músicos”, dice Diego Hernández, el batería.

Stabilito & The Space Oddithree, la sorpresa

Diego Stabilito ha ido participando en proyectos musicales desde 2004. “Guille (guitarra) y yo llevamos desde el 2008 tocando juntos en diferentes acústicos. Cuando nos cansamos del proyecto y nos volvió a picar el gusanillo del eléctrico, reclutamos a Jorge al bajo y a Juan a la batería, amigos y antiguos conocidos de la escena musical zaragozana”, explica. Así que todos ellos formaron un proyecto nuevo que se presentaba por primera vez al concurso POPYROCK (aunque ya habían participado por separado), pero su poderío en el directo gustó al jurado y eso les llevó hasta la final.

9 lágrimas, los alternativos

Con años de trabajo a sus espaldas, que ha supuesto “muchas horas de ensayo y dinero gastado”, Miguel, Oliver, Juan Carlos, Enrique y Borja se presentan por tercera vez al concurso POPYROCK. Aunque el año pasado consiguieron el Premio de los músicos, creen que “ganarán si todo va bien”. Y es que eso ayudaría con la publicación de su segundo disco, el cual ya tienen preparado para entrar al estudio a grabar. “Además, supondría el reconocimiento a un trabajo que a veces no se sabe si lleva a algún lado”, cuenta Oliver, el guitarrista de 9 lágrimas.

Solo estos tres grupos participarán en la final del concurso, el día 21 de diciembre en el Centro de Arte para Jóvenes El Túnel, gracias a las votaciones de los asistentes a los conciertos y del jurado. El primer premio de este concurso son 4.500 euros para grabar un disco con mil copias y 1.500 euros en material musical, un objetivo muy suculento para estos grupos que quieren triunfar en el mundo de la música. Pero antes tienen que demostrar lo que saben hacer en el show definitivo, el que les permita cumplir el sueño de tener una banda.

Y EL GANADOR ES…

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