Ayer tuvimos la suerte de asistir a una visita nocturna guiada por nuestro Casco Antiguo de Zaragoza. La cita fue a las ocho y media en la plaza de La Seo y la asistencia era totalmente gratuita. Esta actividad servía de apertura del festival Zaragoza Dance Goth, que continuaba con una fiesta en el Puerto de las Ánimas (C/ Sta. Teresa de Jesús, 9) y que tendría actividades durante todo el fin de semana.

Durante toda la tarde, la lluvia amenazó la visita de esa noche; pero, sobre las ocho de la tarde, por fin dejaron de caer gotas y no hubo necesidad de cancelarla. La gente se refugiaba bajo los escasos tejadillos en la plaza de La Seo, todavía preguntándose entre ellos si al final habría visita o no. Cuando apareció la organizadora del evento, Azahara Pintanel, los ánimos se calmaron y la gente empezó a formar un corro a su alrededor.​

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Una vez que estuvo toda la gente reunida, comenzó la visita. Pintanel presentó a la joven guía, que empezó a hablar desde la puerta de La Seo. Desde ahí nos adentramos en la Zaragoza medieval, pasando antes muy brevemente por la era romana. La joven nos guía por entre las estrechas calles, mientras nos relata su historia ayudada de un micrófono y altavoz que habían conocido días mejores. Se detiene a contarnos con mayor detalle los procesos de la Inquisición contra los judíos y las envidias que generaban entre la población; se sirve para ello de una pequeña niña a la que viste con el sambenito característico de los penitentes de la Inquisición y que provoca irremediablemente la risa entre los asistentes.

La parte más interesante de la visita vendría en el momento de hablar sobre los Sitios de Zaragoza. Callejeando por las calles de La Magdalena, descubrimos a cada paso restos de las batallas libradas contra los franceses y, con la ayuda de las explicaciones de la guía, podemos imaginarnos todas esas lizas. Un ejemplo es el antiguo Convento de San Agustín, que actualmente forma parte de la biblioteca María Moliner y el Centro de Historia, donde los zaragozanos aguantaron el ataque francés durante más de tres días y que quedó plasmado en el cuadro Defensa del púlpito de la iglesia del convento de San Agustín (1809) de César Álvarez Dumont. A pesar de la escasa iluminación, pudimos ver en la torre los daños producidos por los cañonazos. Continuando nuestro paseo por La Magdalena, seguimos siendo testigos de restos de las batallas libradas: agujeros de balas, esquinas destrozadas, placas conmemorativas… Cada paso que dábamos nos llevaba a un nuevo rincón de historia.

Pero no todo fueron batallas, también hubo tiempo para contar historias de amor. Los conjuros amorosos también tuvieron lugar entre los muros de Zaragoza. Había brujas que vendían sus “conocimientos” a aquellos que les pagaban por ello, y no eran de la misma naturaleza según si los encargaba un hombre, que buscaban encandilar a todas las mozas, que si lo hacía una mujer, cuyo objetivo solía ser un hombre concreto y el matrimonio. La descripción de algunos de estos filtros provocó alguna que otra arcada entre el público (afortunadamente, ninguno habíamos cenado todavía).

La visita nos llevo hasta el café-teatro de La Campana de los Perdidos (Calle de Prudencio, 7). Ante la puerta, la guía nos relató la historia de esta campana, que tocaba para guiar a los rezagados tras la hora del cierre de las puertas. El simpático propietario del establecimiento escuchaba a la guía mientras hablaba fumando en la puerta y, antes de marcharnos, nos mostró “la campana”: del establecimiento sacó una pequeña campana de decoración y la tocó para todos nosotros.

Terminamos la visita dando un paseo por la antigua “putería”, donde se nos contó la historia de la primera película española, antes de llegar al Mercado Central, antiguo patio de ejecución. El espacio ahora ocupado por el Mercado Central, fue testigo de ejecuciones y quema de brujas, como la de Dominguilla la Coja. Tras más de dos horas llevándonos de un rincón a otro de la ciudad, la guía fue despedida con un fuerte aplauso y agradecimientos por prestarse a esta tarea.

Durante el resto del fin de semana, el Zaragoza Dance Goth contó con otras muchas actividades, la mayoría de ellas gratuitas. No es la primera vez que este colectivo, y en especial Azahara Pintanel, organiza este tipo de visitas gratuitas. El año pasado también realizaron otra al Cementerio Antiguo de Zaragoza y en determinados meses organizan las llamadas “Veladas Nocturnas” en el Puerto de las Animas, veladas en las que la poesía y el arte son las protagonistas.